Este sábado mientras caminaba por
Altamira una marcha tipo “Love Parade” (con bajo presupuesto) se cruzó en mi
camino.
Banderas en tecnicolor hondeaban,
personas del mismo sexo (mayoritariamente hombres) se tomaban de las manos y
una música revoltosa invitaba a seguir el tongoneo de los disfrazados sobre los
camiones… casi olvido un pequeño detalle: los camiones tenían propaganda
alusiva al gobierno chavista.
¿Creo yo que este gobierno va a
reivindicar propiamente los derechos de los homosexuales, transexuales y
travestis? Pues no, ciertamente dudo que el gobierno vaya a ir más allá de
redactar una ley que tal vez les otorgue el derecho al matrimonio pero que poco
o nada hará con el clima sexista e intolerante que impera en la psique del
venezolano común si de homosexualidad y diversidad sexual hablamos.
No creo el Gobierno nacional esté
impulsando una política de tolerancia, tolerancia no es permitir que
homosexuales, travestis y transexuales bailen semidesnudos al son del merengue
mientras la multitud los señala y se ríe.
El gobierno está utilizando con
este colectivo la misma estrategia que usó en los tiempos de la Asamblea
Nacional Constituyente con los indígenas; dándoles un representante dentro de
un parlamento inoperante que no solo legisla ineficientemente sino que además lo
hace a espaldas del país, desarticulado totalmente de los demás mecanismos
democráticamente impuestos (y autocráticamente distorsionados) dejando que la
ley cumpla el papel del cuento que “debería ser”.
Por último, ¿Cómo puede nuestro
gobierno ofrecer tolerancia a cualquier minoría si a la “minoría” mayoritaria
no solo no la tolera sino que trata de eliminarla? (si si me refiero a los
opositores y las comillas de minoría son intencionales…a buen entendedor…)
Espero que este colectivo no se
deje engañar con estos trucos baratos, su voto vale mucho más que una caravana
propia de un carnaval que más que reconocerlos como ciudadanos pensantes los
muestra como fenómenos de circo.