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lunes, 3 de octubre de 2011

Un amigo muy especial

Lo admito: soy MUNERA. Para los ajenos a este mundo, los “muneros” somos ese grupo de estudiantes que en sus tiempos libres no tienen otra cosa que discutir sobre la actualidad internacional simulando que son representantes diplomáticos de algunos países e ir a Modelos de Naciones Unidas para representar a sus instituciones.
He conocido mucha gente especial en esos Modelos de Naciones Unidas y a este amigo lo conocí en uno de ellos. 

Él estaba representando al “archirrival” de la UCV: la UCAB y en teoría no debíamos colaborar uno con otro, debíamos competir. 

Resulta que este chamo con voz grave nunca dejo de “jugar” colaborativamente, me encontré felizmente redactando una resolución con él y su compañera de equipo y ambos nos levantamos a aplaudir al otro cuando fuimos llamados al escenario para recibir nuestros premios. 

Este Ucabista, no tenía ningún problema de decirme que “la Central es la Central” cosa que para mi lejos de disminuir el amor que siente por su Alma Mater significaba simplemente el reconocimiento del papel que ha jugado la Casa que Vence las Sombras en la historia del país. 

Me dijo que algún día le gustaría que trabajáramos juntos y para un MOVENU (Modelo Venezolano de Naciones Unidas) le invite a unírseme en el comité de eventos. En su apretada agenda, entre deberes estudiantiles y deberes políticos como representante del estudiantado él hizo un huequito (varios en realidad) para apoyarme y ayudarme en todo. Siempre te agradeceré eso.

Gracias a él conocí la UCAB y vi el impecable montaje de Antígona por el teatro de esa misma Universidad. Desde ese día la Universidad Católica es para mí algo especial, algo diferente. 

Recuerdo una tarde que se nos hizo de noche trabajando y este chico, que por allí han tildado de oligarca, me acompaño a mi casa sin la menor prisa, en una de las zonas más rojas de la ciudad capital. 

Estaba fuera del país cuando lo secuestraron y cuando me contó en persona lo que había pasado me pidió disculpas porque un libro que le había prestado (Mario Briceño Iragorry, Mensaje sin Destino) había robado en aquella oportunidad, espero que los ladrones lo lean…

Es gracioso sentarse a tomar un café con él en algún sitio público de Caracas y ver como se le acercan personas a felicitarlo y a abrazarlo. Es muy muy gracioso ver su cara de timidez ante los halagos y como se encoge sin saber qué hacer ni a dónde mirar ante tantas muestras de afecto.  

Siempre me sorprendió que alguien con tanto talento se dedicara a la política, que no emigrara y huyera de estas páginas de sucesos en la que se ha convertido el país. Siempre me sorprendió que escuchara mis críticas (que no son nada sutiles), que siempre valorara mi opinión y que en vez de alejarse de los libros por el ajetreo constante en el que vive encontrara un espacio para leer porque está consciente que en esta vida lo seguro es que no sabemos nada. 

Este amigo mío ha escogido, literalmente por amor a este país, una profesión en donde su vida ha estado en peligro, donde no tiene descanso y casi no duerme, una vida que no le permite ver a sus amigos tanto como le gustaría, una vida en la que te hackean el Twitter, el Facebook y el Gmail…

Sr. Smolansky, escribí esto cuando iban a ser las elecciones de las juveniles en Voluntad Popular, pero ya me conoces, era muy político para lo “académica” que soy y mi único partido es mi consciencia. 

Ahora que te han hackeado tus cuentas personales, que nuevamente han violado tu integridad tengo que pedirte que no te rindas, porque sé que mucha gente se siente como yo: aliviada de que alguien como tu este preocupado por el país, que más que escribir protestas por Twitter y Facebook tu estés haciendo algo por tener el país que queremos.

Un abrazo inmenso y ten en cuenta que algo bueno estás haciendo para que esas personas se fijen en ti y te hagan blanco de esos ataques, así como para que tengas una inmensa cantidad de gente (incluida esta “académica”) que te apoya y que sabe quién eres.

1 comentarios:

DINOBAT dijo...

Interesante el blog...

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