

Empapándome un poco de lo que es Amazon en el sector de e-books, encontré que hay libros que solo están siendo lanzados en formato digital, libros que se imprimen a pedido, también libros que hay que escuchar y ver cual película y que incluyen no solo editores, dibujantes y escritores, sino también banda sonora, edición, efectos especiales, tal como una película.
Ya ha trascendido que Amazon tiene varias negociaciones adelantadas con casas editoriales y los títulos de habla hispana son ahora el centro de las conversaciones, ¿deberíamos asustarnos los lectores venezolanos?
El mercado de libros en español está lógicamente interconectado en función del lenguaje, de acuerdo a los reportes del CERLAC Colombia, Argentina, México y España son los países que más exportan libros, los importan principalmente entre ellos mismos y con el resto de América Latina , en el caso venezolano, España es el origen de la mayoría de los libros que ingresan al país.


Los libreros pese a los embates económicos y a lo poco (poquísimo) que lee el venezolano han sabido sobrevivir por su creatividad y han aprovechado esta movida urbana en la que el citadino intenta disfrutar dentro del caos de la ciudad. Las redes sociales y los medios de comunicación también han olfateado esa sed de encontrar espacios y han puesto su granito de arena para promocionar ferias de libros, cambalaches, movimientos del libro libre y revistas especializadas. Sin embargo, el Venezolano sigue leyendo poco.
Se suma ahora a la preocupación por ganar lectores la preocupación (espero que infundada) de la revolución que el e-book en español traerá consigo. Personajes del mundo editorial hispanohablante comentaban que tal vez disminuirían los stocks, que probablemente las impresiones se harían por pedido y yo, venezolana sujeta al cupo CADIVI, me pregunto si será tomado en cuenta un mercado complicado y regulado como el venezolano a la hora de imprimir libros. ¿Aumentarán los costos? ¿Disminuirá la variedad ya de por si un tanto limitada?

Estoy segura que el sector venezolano relacionado con los libros está siguiendo de cerca lo que pasa al otro lado del océano en la tierra de Cervantes, espero que el Gobierno sepa entender que llegó la hora de darle prioridad al libro, de facilitar su importación y disminuir su coste sin perjudicar al importador, de desenmarañar los trámites y de imprimir aquí algo más que panfletos socialistas y un Don Quijote que comienza con otra oración que no es justamente “En un lugar de la Mancha de cuyo nombre no quiero acordarme”…
Tal vez todo esto solo sea un susto, tal vez el e-book en español le quite un pequeña porción al libro en físico y nada más… crucemos los dedos para que así sea.
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